¿Qué chingados paso?

 

“…Cómo gasto papeles recordándote,

Cómo me haces hablar en el silencio

Cómo no te me quitas de las ganas

Aunque nadie me vea nunca contigo…”

 

Puse aquella playlist que hice con las canciones que me recomendaste, es extraño, me sorprende demasiado que aun te recuerdo, debo de admitir que se me salieron unas lágrimas, de forma afortunada iba manejando y el transito era muy pesado, después de 3 meses de no haber fumado compre un par de cigarrillos sueltos sobre el tránsito, no estaban los vendedores ambulantes pero el auto que iba a un costado ambos iban fumando, aunque no querían aceptar un pago les deje una moneda de 10 y les agradecí la cortesía, sentir ese humo como entra por la garganta, baja a los pulmones y después sale un resto solamente, entrecerré los ojos y volví a exhalar, debo de admitir que es un pésimo vicio pero se me antojo, sonaba esa canción de viernes que dice “de lunes a jueves se disimular, pero llegar el weekend y me pongo mal…” me puse a cantarla mientras fumaba, es música que regularmente no escuchaba pero por ser una recomendación ya hasta me la sabía, desbloqueé mi celular y me fui a su contacto, estuve a punto de marcarle pero de forma afortunada el cigarrillo se había apagado y me había quemado los dedos, eso me hizo no hacer la llamada, después quite el playlist y puse un poco de Fito y los fitipaldis, para olvidar un poco.

 

Llegué a casa casi al anochecer, me preparé un café de cafetera, tenía y también bastante tiempo sin tomar café y me puse a leer “Entrevistas para la historia” de Scherer, con las entrevistas de Sandra Ávila y del Mayo Zambada me hicieron olvidarla por un momento, me lavé los dientes y me fui a la cama, llevando mi vaso de agua que siempre llevo por si en madrugada me da sed, un ritual que tengo desde que soy niño, puse unas canciones al azar y el temporizador para que se apagará en 30 minutos, yo me quedé dormido un poco antes. Recuerdo que estando dormido tuve la sensación de despertarme, estaba un poco agitado, cerraba los ojos muy lentamente como si estuviera viendo en slow motion, me intenté parar y sentí unas nauseas terribles, al incorporarme me espanté, me vi, estaba yo ahí acostado en la cama, me quedé quieto unos instantes y cerré los ojos, busqué impulsarme y lo hice, empecé a volar, traspase el techo de mi cuarto y a una velocidad inimaginable empecé a volar, veía todas las luces de la ciudad, después iba sobre la autopista como si fuera un avión hasta que llegué donde ella, ella iba manejando en la noche, estaba golpeando el volante y decía unas cuantas groserías, yo estaba sentado en el copiloto, vi su estéreo y noté que el reloj marcaba las 22:17, se limpió unas lágrimas que salieron de sus ojos tan hermosos, tomó su celular y puso esa canción que yo puse cuando iba manejando la de “por perro”, ella empezó a cantar a pulmón abierto mientras una aplicación en su celular le decía por dónde irse y que no hubiera alcoholímetros, la verdad cantaba lindísimo, me di cuenta que estaba un poco alcoholizada, yo no quería moverme, no quería respirar, no quería que ella se diera cuenta que yo estaba observándola, que en verdad viajaba con ella, de vez en cuando ella volteaba al lado del copiloto, se notaba ansiosa, llego a una cochera y metió su auto, se puso a fumar un cigarrillo después de bajarse del auto, suspiraba fuerte, entrecerraba los ojos, de pronto con los ojos cerrados solamente dijo “vete por favor, no quiero que estés conmigo, ¡vete!”, yo seguía a un lado de ella, cuando sin más grito “¡Que no entiendes!, te dije que te fueras, no me causes más problemas”, ahí entendí, busqué tocarle su mano derecha pero ella como si me estuviera viendo soltó un manotazo, fue cuando decidí regresar, me regresé más rápido de cómo me fui.

 

Al llegar a mi cuarto nuevamente, notaba que a mi cuerpo le estaban brotando algunas lágrimas, como si estuviera llorando, me quedé un rato viéndome, hasta que sentí la necesidad de despertarme, volé sobre mi cuerpo pero no podía meterme a mi cuerpo, empecé a sentir una desesperación, mi cuerpo ahora estaba sudando, tenía ganas de despertarme, pero sabía que no podía, mi cuerpo empezó a moverse, yo intentaba encajar en el cuerpo, de pronto vi como el celular empezaba a vibrar, estaba entrando una llamada, vi y era ella la que estaba marcando, mi cuerpo de pronto manoteo el celular y sin querer puso el altavoz, de pronto se escuchó “bueno, ¿Qué tal? ¿Cómo estás?, sabes te vas a reír pero hace rato sentí como si hubieras venido conmigo en el auto, empecé a decir groserías para ver si te ibas, ¿recuerdas? Un día me dijiste que así se iban los espíritus, te sentí y casi te puedo apostar que por el espejo podía verte, podía sentir tu respiración, puse aquella canción que sé que no te gusta, la canté solo para ver si así te animabas a cantarla conmigo, llegué y encendí un cigarrillo, te volví a sentir y por el reflejo del cristal del carro te veía, ya sé que vas a decir que estoy loca, pero, pero, yo te sentía, incluso te grite dos veces, te dije que te fueras, sentí como si me tocarás mi brazo buscando mi mano, tuve que tirar un manotazo, pensando que en verdad estaba enloqueciendo, ya sé, ya sé que estas del otro lado de la línea y que me estas escuchando, dime algo por favor, ¡Despiértate!”, en ese momento yo estaba observándome parado a un lado de la cama, cuando en eso vi cómo me desperté al escuchar esa orden, me vi con mi cuerpo a los ojos y grité, bueno mi cuerpo gritó, después mi cuerpo se desvaneció, con un cara de terror, del otro lado de la línea ella seguía y gritaba desesperada “¿Qué tienes? ¿Qué te paso? ¿Necesitas algo? ¡Contesta!”, después tuve que colgar la llamada, ella insistía en la llamada, pero yo solo estaba viendo mi cuerpo y pensando ¿Qué chingados paso?.