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Fue la voz, pero ya volví

 Antonio estaba sentado en el sofá, viendo la televisión. De repente, escuchó una voz en su cabeza.

-¡Levántate!-

Antonio se sobresaltó, logró reconocer la voz, era la voz que le
hablaba cuando era niño pero tenía tanto tiempo sin escucharla que se quedó
pasmado por unos minutos.

-¿Qué quieres?- preguntó Antonio, con voz temblorosa.

-¡Levántate y sal de aquí!- insistió la voz.

Antonio se levantó del sofá y se acercó a la ventana, estaba
dudando, miró por la ventana y la calle estaba totalmente vacía.

-¿A dónde quieres que vaya?- preguntó Antonio.

-¡No importa!- respondió la voz. -¡Sólo sal de
aquí!-

Antonio abrió la puerta y comenzó a caminar sin rumbo fijo, parecía
que estaba hipnotizado, caminó por varios minutos hasta llegar a un lugar
oscuro y totalmente solo, tenía la pinta de ser un parque.

-¡Aquí es!- dijo la voz.

Antonio detuvo su marcha como si le hubieran puesto un freno.

-¿Qué tengo que hacer aquí?- preguntó.

-¡No lo sé!- respondió la voz. -¡Sólo hazlo!-

Antonio se acercó a un árbol. Se abrazó del árbol y cerró los
ojos.

-¿Qué debo hacer?- preguntó en voz alta.

Pero no había respuesta, todo estaba en silencio, solo se
escuchaba la respiración de Antonio, pasaron unos segundos y abrió los ojos, al
parecer la voz había desaparecido, fue cuando Antonio se dio cuenta que estaba
solo en medio de un parque y abrazando un árbol sin saber que jodidos hacer,
estaba bastante nervioso y pensaba ¿qué chingados había pasado?, de pronto se
escuchó un ruido, temeroso se dio la vuelta y vio que alguien se acercaba a él,
no podía distinguir la figura pero parecía una persona, después de unos
momentos pudo reconocer, era una mujer, alta, delgada, cabello largo y negro,
con una mirada penetrante y bastante bonita.

-¿Qué quieres?- preguntó Antonio, con miedo.

La mujer no respondió. Se limitó a mirarlo con sus ojos oscuros.

Antonio sintió un escalofrío recorrerle la espalda.

-¿Quién eres?- preguntó.

La mujer sonrió.

-Soy la voz- dijo.

Antonio se quedó sin palabras.

-He estado esperando por ti, has llegado a tu destino, es hora de que
te vayas.- dijo la mujer

Antonio estaba en shock, parecía que el alma se la había ido en
un hilo.

-¿A dónde?- preguntó.

-Adonde pertenezcas- respondió la mujer.

Antonio cerró los ojos.

-¿Por qué?- preguntó.

-Porque no perteneces a este mundo- respondió la mujer.

Antonio sintió una paz repentina, sintió que el alma le había
regresado al cuerpo, pero ¿Dónde estaba la mujer? No podía verla y al mirar el
pasto no se veía como si alguien estuviera parado con él, asi que Antonio al
saberse solo camino por el parque, empezó a caminar sin un rumbo fijo
nuevamente, caminó por varios metros adentrándose en el parque hasta que llegó
a donde estaba un chaval tirado en una motocicleta, habían servicios de emergencia
buscando reavivarlo, fue mas la curiosidad de Antonio y se fue a fijar ¿Quién
era el que estaba tirado?, se sorprendió demasiado cuando se dio cuenta que era
él, con los ojos abiertos y una expresión de dolor, angustia, terror y lo que
hizo Antonio fue brincar sobre el cuerpo que pareciera que era él y al momento
de caer el cuerpo de Antonio dio una bocanada grande de aire cerró y abrió los
ojos para decirle al médico que estaba atendiendo su emergencia “fue la voz,
pero ya volví”.

Comentarios

  1. pocas veces la vida nos da segundas oportunidades... la duda es si, esta vez, sabremos hacer algo con esa oportunidad...

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. ¿Cuántas vidas tendrán que pasar para poder saber qué debemos de hacer?...

      te dejo un abrazo

      Eliminar
  2. No se... Quizá no hay golpes de suerte para volver...
    Pienso que de tajo nos embelesaremos de la luz o del olor o de lo bonito del otro lado
    No sé... Quizá aqui es el lado obscuro ¿querremos todos volver?

    ;)

    ResponderEliminar

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