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Eres libre

 Era imposible poder entender lo que había sucedido, mi sentido de orientación se había extraviado, mi cabeza empezó a doler de la nada, mi piel se erizo y sentí un escalofrío qué recorrió toda mi columna vertebral, ¿qué sucedió? Bueno pues me encontraba como de costumbre buscando lugares para tomar unas fotografías, me gusta mucho la naturaleza y me gusta inmortalizar esos momentos con la cámara, no tengo equipo profesional ni he tomado cursos solamente lo hago por gusto, bueno esa tarde había ido a una barranca muy concurrida para la gente que va a hacer caminata y algunas veces cuando el cause del río crece la gente se mete a dar un chapuzón, pero esa tarde era extraña ya qué casi no había gente y el agua era muy poca la qué bajaba por no ser tiempo de aguas, empecé a caminar y tomar fotos, tomar videos, me aventure un poco a aventar un dron pequeño qué tengo para ir explorando, no entiendo en que momento vi una iguana verde, me llamó mucho la atención así que decidí seguirla, no entiendo con que motivo lo hice pero iba tras ella, no se movía de forma rápida si no más bien como esperándome, en algunas ocasiones se posaba sobre una piedra grande y aprovechaba el momento para tomar unas fotografías, cuando sin saber como carajos me había internado bastante en la barranca, quise sacar el celular para ver la ubicación pero empezó a encender y apagar la pantalla hasta que se reinició solo, saque la cámara para intentar ubicarme por las fotos y empezó a marcar de la nada batería baja y se apagó, fue cuando empecé a sentir el escalofrío, mi piel se erizo y un dolor de cabeza insoportable, tomé casi de un trago el suero qué traía y en eso empezó a sentirse un viento frío a pesar de los 36 grados centigrados de la temperatura ambiente, me senté abajo de un árbol qué creo era una parota, me sentía desubicado y eso que esa barranca ya la había caminado muchas veces, de pronto me entró un sueño terrible, no quería dormirme pero era imposible no hacerlo hasta que cerré los ojos.


No sé que tiempo paso pero al despertar estaba en otro lado, no estaba en la parota ni barranca ni nada, estaba en una meseta qué de inmediato reconocí como "la mesa del mango" un lugar donde había venido cuando era niño y quizás estaba a una hora de donde estaba anteriormente, era tan extraño eso, sentía cansancio en mis pies, mi ropa estaba mugrosa y rota como si hubiera caminado entre huizaches, quite la mochila de mis hombros y me di cuenta que tenía todo ahí, la billetera, mi celular, el dron, la cámara, el termo con agua, vaya estaba todo y en eso cuando revisaba vi la iguana qué había estado siguiendo y de pronto empezó a crecer a tal grado qué estaba del tamaño de un perro grande, me veía mientras mascaba algo y empezó a rascar con la pata derecha en la tierra y no miento cuando digo que escuchaba un susurro qué me decían "cava un poco donde estoy rascando" "cava un poco donde estoy rascando" fueron tantas veces que lentamente me acerqué a donde estaba la iguana, seguía mascando y solamente se movió poquito y se me quedaba viendo, con una piedra y un palo empecé a rascar hasta que la tierra de puso suelta y empecé a cavar con las manos, no recuerdo que tiempo pasó, llevaba como 40 centímetros abajo cuando vi un frasco, lo saqué y tenía un liquido extraño, tenía una foto y estaba tapado como con cera, escuchaba susurros qué decían que lo destapara, con una tarjeta y un encendedor empecé a abrirla, despedía un aroma como a licor y sangre, vacíe el contenido en el piso y vi un como muñeco de tela, reconocí qué era un pedazo de una camisa con la que estaba hecho el muñeco y estaba envuelto con una fotografía mía amarrada con un hilo grueso color rojo, decidí desamarrar eso, me daba asco porque se sentía como baboso, al quitar la fotografía en la parte de atrás traía una leyenda con color rojo, no alcanzaba a descifrar lo que decía porque venía en otro idioma, rompí la foto en un momento de desesperación y después hice lo mismo con el muñeco, me pinche dos veces con espinas qué traía dentro, lo aventé lo más lejos que pude y en ese momento la iguana se me acerco y clarito escuché cuando me dijo "eres libre", de pronto me desvanecí. 



Al despertar me encontraba en mi cama, me dolía todo el cuerpo pero me sentía bien como mucha tranquilidad, me puse frente al espejo porque sentía rasguños en todo mi cuerpo y si se veía como si me hubieran arañado, desde los tobillos hasta el cuello, empecé a tocar las heridas y olían a sangre con licor, justo en el corazón se alcanzaba a leer qué decía "eres libre", de inmediato sonó mi celular y al ver el número solo aparecían signos y números aleatorios, tomé la llamada y me dijeron "¡ayúdame por favor! Yo no quería hacerlo, lo hice hace mucho tiempo cuando te fuiste, ¡ayúdame! No me dejes morir", no había duda era la voz de Angélica. 




Comentarios

  1. Creo que el texto admite muchas lecturas, si fuese una película dependiendo del director nos saldría una policíaca, una de miedo o una psicológica...

    Mi lado práctico me suena a asesinato motivado por la ingesta de drogas ;)

    Nunca seguiría a una iguana, eso lo tengo claro, un perro, un gato, al conejo que se encontró Alicia, vale, pero una iguana, por ahí no paso.

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    1. Jajajaja me encanto tu punto de vista, era más algo así como una historia normal después de equivocarte de brownie y comerte el mágico.

      Las iguanas siempre se me han hecho muy misteriosas, siento que ven a uno como si supieran algo que pocos saben.

      Te dejo un abrazo junto con unas gomitas mágicas.

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  2. Mmmh, en cuanto a la iguana, yo sería más de seguir a un coyote cósmico, como le sucedió a Homero Simpson.

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    1. Créeme qué cuando terminé de escribirlo pensé lo mismo, jajaja buenísimo ese capítulo.

      Te dejo un abrazo cósmico.

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    2. Igualmente un abrazo, y aquí sigo visitando.

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  3. Joder, el coyote místico, es verdad, qué grande :)

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    1. Ese capítulo de los Simpson deja demasiadas enseñanzas...

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