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Ella no se despertó

 

“…Conozco tus miedos más profundos,

Dime la verdad,

Esta es mi verdad y por tu culpa

Todos piensan que estoy loco…”

 

 

Paola y yo vivíamos bien, la verdad aunque los dos éramos un poco distantes pero éramos funcionales, recuerdo todavía como fue que la conocí, era una fiesta de Francisco que era mi mejor amigo y yo estaba un poco apartado de todos mientras todos bebían y fumaban, yo estaba escribiendo cuando de pronto se me acerco Paola preguntándome ¿Qué era lo que escribía? Le mentí le dije que era un libro que iba a meter a un concurso y ella a pesar de estar alcoholizada me lo pidió para leer, leyó las primeras dos páginas y después me lo regreso, hasta el final de mi cuaderno apunto su número y su correo electrónico mientras me decía “me dio miedo al leerlo, ¿me lo puedes pasar cuando lo acabes? Quizás yo te pueda ayudar un poco en darle forma y veras que vas a ganar” yo no entendía que pasaba, arranqué un pedazo de papel de mi cuaderno y le apunté mi número de celular, después ella se fue a seguir en la fiesta y yo seguí escribiendo.

 

Ahí empezó todo, tuve que buscar donde había un concurso de escritores y me postule después de que ella me hizo algunas correcciones, recuerdo bien que gané el concurso pero lo que más me gané fue a ella, a partir de ese momento fuimos inseparables, bueno en verdad éramos distantes pero estábamos juntos. Recuerdo cuando la lleve a conocer a mis padres, fue extraño cuando mi madre le dijo que yo tenía un problemita con los demonios, que de preferencia no se inmiscuyera conmigo, lo sé porque ella me lo dijo, pero me encantó su respuesta, “gracias señora pero ya llevamos tiempo conociéndonos y el me acepta como soy y yo lo acepto como es”, mi madre solo negaba con la cabeza, no se veía muy contenta mi madre.

 

Pero bueno un día decidimos irnos a vivir juntos, ella me lo propuso fue justo después del quinto libro que me publicaron fue cuando en la editorial que ella trabajaba me ofrecieron una buena paga por cada libro que les hiciera, aparte de las regalías, yo estaba muy agradecido con ella, ella era la única que me entendía, era la que me abrazaba cuando las cosas no iban bien conmigo, por ejemplo la primera vez que compartimos cama no hicimos el amor ni tuvimos sexo salvaje, solamente dormimos juntos y yo en medio de la noche me paré y empecé a maldecir, tiré varias cosas y en eso ella en vez de espantarse solamente me abrazo y después me dijo “no pasa nada, estás conmigo y yo tengo un repelente de demonios, no te hacen daño si estás conmigo” no sé cuánto tiempo pasó pero deje de escucharlos y de verlos, pero cada que volvía a suceder ella me abrazaba y me decía lo mismo.

 

Tiempo después me llevo a platicar con un psiquiatra fue algo muy distinto a platicar con el cura de la iglesia como cuando me llevaba mi madre, no sé qué le dijo a ella pero le dio medicamento para que me lo tomará, ella me decía que ese medicamento era una protección para los demonios y era la forma en que me lo tomaba, yo no sabía ni a qué hora me lo tenía que tomar ni nada ella era la que mandaba, recuerdo bien cuando no tenía ideas para escribir ella me dejaba de dar esa protección para los demonios y me decía que todo lo escribiera, todo lo que yo veía y sentía lo tenía que escribir y pum después ella lo editaba y era magia porque de mis ideas hacía un libro.


Bueno todo fue hasta que una noche estaba yo escribiendo pero algo me incito a despertarla pero no lo lograba, estaba viendo a los demonios que veía de niño, me decían muchas cosas que yo no quería hacer pero me daban mucho miedo tanto miedo que me oriné en los pantalones y ellos se burlaban de mí, me querían hacer daño, sentía como me golpeaban, como me hablaban al oído hasta que me perdí, en verdad no supe de mí, yo recuerdo que cerré los ojos y me tiré al suelo y cuando desperté estaba en una comisaria, traía las manos ensangrentadas, olía como a fierro a sangre, me tenían amarrado a una cama, pregunté qué pasaba y solo me decían que después me lo decían, me hacían muchas preguntas y yo solo respondía pero ellos no me creían, no creían la historia que les contaba, les dije que en mi casa tenía ese libro donde estaba escribiendo y después les dije que le preguntarán a Paola, ella era la que podía ayudarme, en eso me enseñaron un video de mi cuarto, en ese video estaba todo, después de querer despertar a Paola y orinarme le rompí una botella de whisky que estaba en el buró de ella, y empezaba a atacarla pero ella no despertaba, le mordía los labios, le arranqué las orejas con mis dientes, le saqué los ojos con mis dedos pero ella no respondía, le hice un corte en la panza y empezaba a jugar con sus tripas, la cama estaba bañada en sangre y después me eché a correr, dicen los policías que los vecinos pidieron ayuda porque escucharon golpes y cuando llegaron y me vieron no podían creerlo que había pasado, unos vomitaron y uno se desmayó al ver a Paola tendida en la cama ensangrentada, inerte, me preguntaron de nuevo muchas cosas y yo solo recuerdo que les dije “yo solo quería despertarla para que me abrazará y me ayudará a que los demonios se fueran, pero ella no se despertó”.

 

 


Comentarios

  1. Me pareció que miraba Netflix
    Un texto bien armado
    .sin perder ninguna de tus palabras
    te he leído...
    Tu estilo tú sabes me gusta.
    Nunca sé,con que me encontré al l final de l camino
    Felicitaciones y abrazos

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    Respuestas
    1. Un gusto tenerte por acá, espero te haya gustado tanto como a mí.

      Te dejo un abrazo feliz.

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  2. Respuestas
    1. Fue un escrito qué sé me ocurrió mientras veía como unas hormigas se llevaban a cuestas a un grillo a medio morir.

      Te dejo un abrazo rezando.

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    2. Saludos y un abrazo de vuelta. Tus relatos son profundos y bien hechos. Un gusto visitar.

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    3. Gracias hermano, espero pronto poder retomar, agradezco tus palabras.

      Te dejo un abrazo fuerte

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  3. Casi me desmayo yo también... uffffffff

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    1. Solo espero que no repliques lo que hizo el chavalo.

      Te dejo un abrazo sin desmayarse.

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