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Ruleteando

Iba manejando el taxi como todos los días, no perdonaba si era domingo o era miércoles o era un día feriado, me gustaba manejar, era mi rutina y me servía de terapia, escuchas historias pero también a veces cuentas historias, habla sobre el partido del fin de semana pero también hablas de finanzas y de los enfrentamientos de gente armada, vaya es chido, me gusta mucho escuchar como la gente se queja pero también me gusta cuando me cuentan sus penas, sus historias, hace poco se subió una chica, era extraña se miraba de esas que no son muy populares pero tenía la dicción muy fluida, quizás era podcaster o algo asi porque hablaba muy bien, vaya ella me dijo “señor ¿Cuánto cobra por un día? necesito ir a varios lugares y quisiera saber el precio”, sentí que iba a ser buen día, quizás mi labor del día y le dije “te parece si solo te cobró la gasolina, traigo tanque lleno y cuando acabe el recorrido pagas la gasolina en la gasolinera”, ella me vio y acepto diciendo un tímido Gracias, me dio la primera dirección y era una intersección de avenidas, entonces le dije que la dejaba y buscaba estacionamiento en la siguiente calle, ella me dijo que si y asi fue, justo estaba buscando estacionamiento cuando vi que me hacía señas, entonces me esperé para que se subiera de nuevo.



Después pasamos a un estacionamiento de una plaza comercial, después a fuera de la terminal de autobuses del norte y cerramos en un lugar del sur, ahí me di cuenta que el recorrido había sido en los cuatro puntos cardinales, era extraño vaya pero asi era, después me dijo que si podía llevarla a un pueblito que esta algo alejado solo íbamos a ir a recoger unas cosas y se acababa el servicio, la verdad no me negué le había dicho cual era el costo y esta dentro del mismo, en el camino vi que ella empezó a palidecer, era extraño en verdad ya que fue de pronto e incluso le dije “gustas que pasemos a una tienda o que paremos poquito la marcha para que agarres aire”, ella sin decirme nada solo hizo que “no” con la cabeza y seguí el camino, era extraño ella desprendía un aroma como muy floral, muy dulce, no logro coincidir la fragancia pero de pronto se empezó a sentir mal y me pidió que regresáramos al último punto visitado, yo le hice caso y nos dimos vuelta atrás.



Al llegar a esa calle del Sur de la ciudad me preguntó cuanto iba a ser y le dije pues no fueron ni diez litros, entonces ella me dio un billete de 500 pesos, le dije que eso era el doble, y me dijo “¿puede llevar esta caja al pueblito dónde hace rato íbamos, asi como entra cuenta tres esquinas del lado derecho, ahí va a dar vuelta a la izquierda y después son dos esquinas del lado derecho y da vuelta a la derecha, ahí en la cuarta casa del lado izquierdo, es una con portón rojo, pregunta por Doña pancha y le da esta cajita” yo como soy un poco pendejo, sinceramente le pedí que me repitiera la dirección mientras yo la iba apuntando, tomé la caja y me fui a dejarla.



Llegue al domicilio que me dijo el portón era verde mas no rojo, pero seguí las instrucciones al pie de la letra, asi que me estacioné y toqué la puerta, todavía recuerdo era el número #243 Calle Abasolo, vaya siempre me dicen que recuerdo cosas que no me van a servir para toda la vida, toqué y esperé impaciente, salio una señora de unos 50-55 años, le pregunté si estaba doña pancha y me dijo que la siguiera, me hizo sentarme en un sillón que estaba entrando a mano derecha, la casa no era lujosa pero se veía que los muebles si eran finos, la señora sin preguntarme me dio un café, después me dijo “¿quien lo mando para acá?”, ahí le describí todo el recorrido, la señora tomo la caja con las dos manos y empezó a llorar, yo sinceramente pensé que era su hija o alguien allegado y que la esperaba para cenar, olía muy rico como si estuvieran haciendo algo en adobo, la señora creo que se dio cuenta que me gusto el aroma y volvió a pararse, enseguida me sirvió un plato y yo con mucha pena le dije que no, pero la señora insistió tanto que empecé a comer del plato.



Yo se que me dirán que no debo de aceptar nada de extraños pero olía riquísimo y sabia igual de rico el cerdo en adobo, mientras iba comiendo la señora me hacía muchas preguntas, sobre todo de como iba vestida, como se veía y me había dicho algo mas, pero le dije todo lo que sabía, después de cenar la señora sacó un billete de 500 pero le dije que la chica ya me había pagado y me dijo “¿Estás seguro? a ver, enséñeme el billete”, como carajos no iba a estar seguro si yo mismo lo guardé en mi cartera, la saqué pero al momento de abrirla no había ningún billete de 500, los busqué atrás de las credenciales y hasta le dije a la señora “yo creo se me cayó en el carro”, pero fue cuando la señora me tomó del hombro y me dijo “¿usted cree en los fantasmas? pues debería de hacerlo, tomé llévese este billete y si encuentra el otro ya sabe dónde vivo, váyase con mucho cuidado por favor”, la verdad me quede extrañado, como aturdido de todo lo que me dijo, me subí al carro con demasiada sorpresa, cuando iba por dónde la chava se había sentido mal me llegó de nuevo su fragancia, cerré los ojos por un par de segundos y aspiré, al abrir los ojos les juró que la vi sentada en el asiento de atrás, me estaba viendo por el retrovisor y solamente me dijo “Gracias”. 



Comentarios

  1. Joder... qué miedo!!!
    El relato es muy bueno, me ha dejado inquieto...

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    1. un gusto tenerte por acá hermano, ya sabes que es la historia mas choteada de los taxistas pero bueno, me sigue gustando cada que la escucho.

      te dejo un abrazo fuerte.

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    2. Este comentario ha sido eliminado por un administrador del blog.

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  2. Debería existir un servicio especial de taxis para esos menesteres :) Vas haciendo ese tipo de servicios y ya te los pagarán cuando llegué tu momento...

    Yo tampoco habría sabido decirle que no ;)

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    1. Yo creo que si hay personas que están destinadas a ello, a que los que no pudieron decir adiós puedan encontrar un poco de luz para alcanzar su descanso.

      Te mando un abrazo de esos que perduran después de la vida.

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    2. ahí casi que sale otra historia :)

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  3. solo tu
    podrías haber
    escrito algo así
    tan..tan..
    maravilloso

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    1. Gracias y un gustazo tenerte por acá.

      Te dejo un abrazo en forma de agradecimiento

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  4. Este comentario ha sido eliminado por un administrador del blog.

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