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Gracias

 

¿Algún día has visto a un muerto? Yo si, te voy a platicar, tuve la mala dicha que falleció un amigo, desde su velorio fue algo muy extraño, cuando hice guardia en el velorio en su casa, bueno para los que no tengan un rito católico, la guardia a un difunto se hace en dos momentos, el primero es en su casa o donde se esté velando, ahí se ponen cuatro personas “cuidando” el féretro donde se encuentra el fallecido, dos en la parte de enfrente y dos en la parte de atrás, cada uno esta en la parte izquierda y los otros en la parte derecha, se cuida su alma por si llegase a pasar algo extraño, bueno yo ahí estaba en la parte de enfrente, del lado derecho, tuve una platica interna con él, le agradecía todos los momentos que pasamos muy chingones, algunos regaños que me dio e incluso algunos tragos que me enseñó a preparar, cuando de pronto de la nada, el cirio que estaba frente a mi se cayó, era imposible que se cayera, fue en el momento que voltee a verlo al féretro, vi como esbozó una sonrisa y después el cirio se cayó, me quedé en shock, después de unos segundos me apuré a levantarlo al igual que otras personas que me auxiliaron. Me fui ya entrada la mañana, cuando llegaron otros familiares y amigos, en ese momento yo me fui a casa de un familiar que estaba muy cerca a la casa y em dio posada.

 

En casa de mi familiar yo con la desvelada y con unos tragos encima estaba apenas agarrando el sueño cuando de pronto, me dieron ganas de orinar, de esas ganas que son imposibles no hacerles caso, me paré al sanitario y en el pasillo de la habitación que me prestaron rumbo al sanitario, lo vi, lo vi en la entrada, solamente me hizo una sonrisa y se fue, soy muy sincero y decir que me regresé en chinga a dormir, no oriné e incluso me costó trabajo, pero logré dormirme.

 

Al despertar me di cuenta que ya no fui ni a la misa ni al entierro, fue complicado, pero creo que él sabía muy bien que no me gustaban esos rituales. Pasaron 2 o tres días, regresé al lugar donde falleció y venia yo de cenar, no había probado ni una cerveza, ni un trago, venia yo por la banqueta oriente y por la banqueta poniente a mitad de la calle cuando iba rumbo a mi casa lo vi, estaba él, lo saludé con la mano alzada como regularmente lo hacía, vi como el solo agachó la cabeza, de pronto sentí un frio terrible, fue cuando entré en razón, sabía que el no estaba vivió, en cuanto reaccioné corrí hacia el sur que era el rumbo que él tenía, llegué a la esquina y no había nadie en la calle, de ningún punto y fue cuando se me puso la piel chinita, cuando caí en razón supe que había visto una visión, solamente puse una rodilla en el piso, agaché la cabeza y dije “descansa hermano, fue un gusto volverte a ver”.

 

Después de ese suceso pasaron algunos años hasta que volvió a suceder, por cuestiones del destino yo me encontraba en ese lugar, iba caminando hacia donde dormía y el perro de la casa me iba acompañando, ese perro tan fiel que aunque no es mío cuando sabe que ando bebiendo me va a encontrar para cuidarme, el perro iba delante de mí como por un metro, de pronto empezó a chillar y se regreso conmigo, se me metía entre los pies, estuvo a punto de hacerme caer, no quería caminar, me tocó cargar al perro, no dejaba de llorar, pero cuando pasamos por el lugar donde lo vi años atrás, dejo de llorar, se ponía inquieto, corría y corría, de pronto sentí un frío terrible, estábamos a 28 grados, era imposible sentir esa temperatura, y el perro se quedó sentado, veía hacia atrás, no podía hacerlo mover, e incluso quería cargarlo y me tiraba mordidas sin morderme, cuando voltee hacia atrás lo vi nuevamente, estaba ahí parado a media calle, cuando lo vi solamente me hizo el ademan de decirme adiós y desapareció, en eso recordé que era su cumpleaños y a regañadientes me fui caminando al panteón donde se encontraba sepultado.

 

Al llegar al panteón fue complicado ingresar ya que estaba cerrado, así que me brinqué la barda, el perro me había seguido y se mantuvo pegado a la barda, quería ladrar pero le dije que ahorita volvía, de mi pantalón saqué dos cervezas, una la puse en su tumba, la otra la saqué y me disculpé por no haberlo ido a visitar, destapé las dos cervezas y una la bebí, la otra la puse arriba de su tumba, en eso se vino un ventarrón, sentía como la tierra me pegaba en la cara, se sintió el aire fresco, tiró su cerveza, yo solamente veía como se derramaba en su tumba el liquido y cuando se acabó el ventarrón, sentí que me tomaron del hombro y me dijo “gracias”.

Comentarios

  1. Mi relación con los muertos también es complicada. No sé, a veces creo que son demasiado egoístas, tuvieron su tiempo en la tierra, no lo aprovecharon (nunca lo aprovechamos) y ahora andan intentando cargarnos sus deudas y sus dudas a los que quedamos...

    Bien es cierto que una cerveza no se la negaría a nadie ;)

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    1. Quizás muchas veces no era el momento o quizás se olvidaron de algo como bien dijiste.

      Te dejo un abrazo junto con una cerveza...

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    2. Este comentario ha sido eliminado por un administrador del blog.

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  2. Siempre una fuente de anécdotas y avistamientos, los que ya partieron.

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    1. Ya se hermano, sabe si existen alucinaciones o si hay un intercambio de planos.

      Te dejo un abrazo llenos de recuerdos.

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  3. Yo son incrédulo por naturaleza, pero, pero, pero....tuve una vez una experiencia que no consigo entender aún y eso me hace pensar que quizás los muertos no lo están tanto.

    Saludos.

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    1. Que tal bro, la neta muchas veces uno no cree y quizás a veces pueden existir errores en la realidad qué nos ayudan a poner en duda todo...

      Un abrazo fuerte bro

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  4. Ser incrédulo que tristeza Se imaginan vivir asi????
    que horror
    yo creo y eso me hace mejor

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    1. Muchas veces llega a suceder y quizás ni nos demos cuenta, quizás lo mejor es seguir viviendo entre los muertos...

      Te dejo un abrazo muy fuerte...

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  5. krudios te cuento
    los vivo intensamente cuando estan vivos
    y de muertos no los recuerdo
    la vida está y es hoy y ahora
    trata a los que amas con intensidad y respeto

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    1. Concuerdo mucho con tu comentario, creo que es el pasado-presente con el mismo amor y respeto...

      Te dejo un abrazo intenso...

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