“…Aprendí la diferencia,
Entre el juego y el azar,
Quién te mira y quién se entrega…”
¿Qué es la
felicidad? Vaya me puse a pensar en eso justo cuando ella se fue, esa mañana
habíamos discutido por mil y dos cosas, pero todo inició por un mensaje que me
llego al celular, no fue de una chica o algo así, fue del trabajo para
notificarme hubo un cambio de planes y yo iría a hacer las auditorías a 550 km
de donde estábamos, no iba a demorar mucho quizás unos veintidós días, bueno le
pedí a ella que me leyera el mensaje ya que yo andaba armando la bicicleta que
recién había comprado, justo cuando termino de leer el mensaje, le dije que
pusiera que estaba enterado, fue cuando empezamos a discutir, bueno ella empezó
a decirme tantas cosas que tuve que dejar de estar armando la bicicleta y
discutimos por algunos minutos, pero todo se acabó cuando me aventó el celular
en la cara y me dijo “¿Qué es para ti la
felicidad? Discutiste con tus amigos hace unos meses, te la pasaste refugiado
en el trabajo y ahora me pierdes a mí, lo siento, me voy a casa de mis padres”,
no me dejo decir nada y se fue, azotando la puerta y me dejo con esa
incertidumbre ¿Qué es la felicidad?
Esa misma
tarde les marque a mis 4 amigos, les dije que vinieran a la casa para tomar un
trago, pareciera que estaban esperando esa llamada, de antemano me disculpé por
aquel momento que hizo que nos separáramos por unos meses, les explique también
de la discusión que tuve con Ivette, aunque debo de decir que no les caía nada
bien me animaron para que intentará recuperar esa relación, yo solamente los
obvie y seguimos bebiendo. Incluso les hice la misma pregunta que me hizo
Ivette, ¿Qué es la felicidad para
ustedes?, pareciera que regresamos el tiempo a cuando íbamos en la universidad
y empezamos a filosofar, incluso creo que nadie hizo una broma al respecto,
todos hablamos en serio, teníamos tantos años de no hacer eso que me sorprendía
demasiado pero después de ese momento de sincerarnos hubo uno que me dijo “hermano tengo una duda ¿Por qué empezaste a
andar con Ivette?” ya que estábamos en el momento siendo sinceros le
contesté con la verdad “pues, desde la
primera cita supe que ella era para mí, pasaron mil cosas, nos embriagamos, le
dije a un tipo que si no bailaba con ella una canción que yo no sabía bailar y
a ella le encanta bailar, comí como el gordo que soy, bebí como el alcohólico
que soy, no mentí en nada, incluso me oriné en la llanta del copiloto cuando
ella estaba arriba del auto y a partir de ese momento fui siempre yo y ella me
aceptó así”, creo que no era lo que querían escuchar pero era la verdad, el
que me hizo la pregunta solamente me dijo “bro,
entonces no te enamoraste de ella, si no como dijo aquel celebré compositor, te
enamoraste de ti cuando estas con ella”, después hubo una serie de bromas y
comentarios pendejos, hasta cuando mi mejor amigo me dijo “la neta, me gustaba más ver cómo te sentías con aquella mina que nunca
nos conoció pero que quizás nos odia también, con aquella que sacaste tu lado más
ruin, tu lado embustero, con ella sacaste lo que en verdad eres, ese tipo
extraño que nadie entiende, incluso ni tú, pero bueno, quizás ella te conoció más
en menos tiempo que Ivette, pero bueno vamos a seguir tomando que este ambiente
me deprime” y bueno quizás este cabrón tenía razón, por eso era mi mejor
amigo.
Los días
pasaron y platiqué con Ivette un par de veces pero pareciera que no llegábamos
a un acuerdo, incluso le dije que se podía quedar en el depa en lo que yo volvía
y si al volver ella no se sentía a gusto pues bueno podría irse, vaya yo no
quería finiquitar esa relación, quería que mi mejor amigo se equivocará que
Ivette no era menos que aquella mina de la cual estuve enamorado por muchos
años. Esa tarde me marche con la esperanza de que cuando yo volviera Ivette iba
a seguir en ese departamento, esperándome como si no hubiese pasado nada y todo
hubiera sido un mal sabor de boca.
No voy a
mentir, trabajé de una forma bien cabrona en las auditorias para acabar el
trabajo lo más rápido posible, creo que nunca en mi vida había trabajado de esa
forma, incluso a la gerente de la empresa más grande me dijo “¿Qué te parece si nos dices el precio y te
vas así como llegaste?”, yo solo le sonreí le dije “creo que te equivocaste de persona nena, mejor te propongo algo, la
siguiente semana me vengo a trabajar con ustedes para que esto lo saquen
chingón, tú vas a aprender cómo se hacen las cosas bien y yo me llevo mi
estrellita a casa ¿te parece?”, recuerdo bien que aquellos ojos color
avellana dudaron, se movían de un lado a otro a pesar de que la mueca de ella
que parecía firme, fue cuando volví a intervenir “que quede claro que hoy estoy de buenas y les voy a enseñar cómo se
hacen las cosas, me importa una chingada que ni tú, ni el otro contador sean
titulados, yo trabajo de la misma forma con todos”, cuando terminé de decir
esas palabras sus ojos descansaron y su rostro ya no fue tan firme, incluso puedo
decir que me regaló una sonrisa mientras me estrechaba la mano, sobra decir que
tenía una sonrisa hermosa detrás de ese rostro serio y firme.
Con la
contadora y el contador estuve trabajando por semana y media, incluso hacíamos
bromas y tocábamos algunos asuntos personales en algunas charlas, también un
par de veces habíamos ido a beber los tres juntos hasta que el jueves después
del trabajo el contador se retiró temprano del bar y nos dejó a la contadora y
a mí, fue cuando ella me dijo “sabes, te
he leído y te puedo apostar a que tu novia te está siendo infiel con tu mejor
amigo”, créanme que en ese momento se me hizo muy extraño y hasta
incoherente el comentario, mi mejor amigo e Ivette no se tragaban, pero la
contadora volvió a decirme “te apuesto lo
que quieras a que es verdad, es más si es verdad te vienes a trabajar acá con
nosotros de planta ¿te parece?”, yo dudé pero un poco envalentonado con las
cervezas le acepté la apuesta. La idea es que ella se iba a quedar con mi
celular iba a hacer el recorrido de siempre por si me estaban monitoreando por
mi ubicación o para que yo no anticipará nada a nadie y así por todo el fin de
semana, el lunes ya la vería.
Me fui a
dormir, sin ninguna duda, estaba incluso pensando que quería al ganar esa
apuesta. Al despertar tomé un bus a mi ciudad de origen, en el trayecto iba
leyendo “El otro México” de Ricardo Raphael, todo era muy ameno, llegué a la
terminal de autobuses y de ahí me fui en el metro a mi casa, eran cerca de las
7 de la tarde, me bajé del metro y me empecé a fumar un cigarrillo, llegué a mi
casa con la intención de echarme a mi cama y descansar, se me había olvidado el
motivo por el cual había ido, después de abrir la puerta de la sala me quite lo
zapatos e iba descalzo subiendo las escaleras, es algo que siempre hago no me
gusta ir dejando tierra por la casa y al terminar de subir me quedé pendejo, vi
claramente como mi mejor amigo e Ivette estaban acostados en mi cama,
acurrucados, el ambiente olía a sexo, olía a fragancia, olía a traición, así
que sin mediar palabra fui y los encaré, mi mejor amigo no sabía de donde
carajos sacar las palabras, no sabía que decir y solo escuché cuando Ivette le
dije “pero tú me dijiste que todavía
seguía allá”, esa tarde no quise discutir, los corrí a los dos, incluso no
los dejé cambiarse ni tomar las llaves de sus autos ni celulares, me sentía tan
encabronado y tan pendejo, lo primero que se me venía a la mente era matarlos,
pero no lo hice, solo los corrí.
Mi mejor
amigo llegó en la noche a la casa, quería platicar conmigo, yo en verdad no tenía
ganas pero al final lo hice, saqué una botella de tequila y empezamos a beber,
de pronto él me dijo “perdón cabrón,
Ivette era el amor de mi vida, nos conocimos cuando éramos adolescentes y no sé
cómo putas ustedes dos se encontraron, por eso yo siempre estuve en contra de
que estuvieras con ella, si ella no te dijo nada, yo no era quien para decirte
lo que pasaba hasta que paso el día que discutimos aquí en tu casa…”, no lo
deje terminar de inmediato le interrumpí diciendo “¿para qué chingados vienes a disculparte la sigues queriendo y vas a
seguir con ella no? Nos vamos a dejar de pendejadas, nos vamos a acabar esta
botella, después vamos a revivir muertos con esas platicas que tanto nos
caracterizaban y al final cada quien se va para su casa como si nada hubiera
pasado, me refiero a que quizás ya no nos volvamos a ver, pero bueno empezamos
¿Qué es para ti la felicidad?...”
"...Solo queremos
ver lo que queremos ver, cuando estamos listos para verlo..."
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