“…me sobraron tantas
cosas,
Que no pude darte a
tiempo,
O tal vez nunca
exististe,
Fuiste mi mejor
invento…”
Como de costumbre termino estando
solo, es algo que ya no me debe de preocupar digamos que es una jodida
costumbre, recordando todo lo que paso para que al final por más que intente
una y otra vez cambiar el final, sé que no podré hacerlo. Quizás no lo sabes
pero ayer me puse a platicar contigo, sé que no te marque, ni te mande mensaje
ni nada, bueno estuve platicando con tu recuerdo, incluso me regañabas por
seguir bebiendo, por mi manera de comer, por mi falta de compromiso, por no
querer buscar algo mas allá, siempre me lo dijiste y me cagaba pero creo que
tuviste razón, bueno esta vez tuviste razón.
No hice otra cosa que poner tu
foto en mi celular y con ella platiqué, los diálogos eran los mismos, ni
siquiera en ese momento yo cedía, siempre me dijiste que nunca iba a poder
cambiar. Brinde 10 o 12 veces a tu salud, tu hacías lo mismo diciendo que esta
vez sí sería la última, recuerdo que dijiste “espero esta vez sí cumplas tu promesa, pero no es por mí, en serio es
por ti”.
Di un par de besos al viento, te prometía
mil cosas pero al final sabría que solo le hablaba a ese jodido recuerdo, ¿Quién
pierde más? Quizás el que solo vive de un jodido recuerdo. En algún momento
alguien me dijo que la única forma en que pudieras salir de mis pensamientos
iba a ser platicando, si platicando una y otra vez hasta que se volviera tan
rutinario y tan jodido que a mí mismo me causará repulsión, pero sabes eso no sucedió,
de tantas veces que te he nombrado incluso ya hasta te veo en otras personas,
digo “mira se parece a ella”, acto
seguido saco mi celular y enseño esa foto que aun guardo, tan escondida pero
que a la voz sale volando y hace un vuelo magnifico para volver a llegar a mis
pensamientos.
Esto no es una despedida, esto no
es un adiós ni un hasta pronto, ni un cuídate mucho ni nada de esas pendejadas,
esto solamente es cosa de un valiente insomnio que me hizo recordar que todavía
sigues presente.
Incluso hace rato que desperté me
di cuenta de una cosa, tu numero ya lo había borrado, tus fotos también ya habían
desaparecido, le platique a un par de personas sobre de ti pero me dijeron lo
mismo “¿Quién es ella?, no me digas que
es la chica con la que platicabas ayer” y la otra persona me dijo “hablas de ella como si en verdad la
hubieras conocido, platícame más de ella”, y yo seguí una y otra vez,
platicando como siempre lo había hecho, pero empezó a tomar apuntes como si
fuera la primera vez que le platicaba de ti, aunque yo sabía que eso era
imposible ya que desde que conozco a esa persona siempre le he hablado de ti.
Pero bueno, hoy por fin ya fui
libre, me dejaron salir de ese mundo donde vivía, fue complicado dejar a mis
compañeros pero dicen que es para que vuelva a ser feliz, tuve que decir una
que otra mentira, que era escritor, también que componía canciones, además de
lavar autos y ser el mejor lavaplatos de la región, bien podría mantenerme
haciendo eso, fue cuando aquel señor de cabello cano y bata blanca me dijo “bueno chaval, te has curado, felicidades,
ahora te toca seguir tu vida allá a fuera. Te daré un consejo y espero lo
tomes, a nadie le platiques de esos personajes que te inventas, créeme que a
nadie le interesa, mejor puedes abrir un blog y ahí escribir todo, si todo eso
que me has contado desde que nos conocimos, quizás nadie va a leerlo y también a
nadie le va a interesar pero te puede servir por si algún día quieres en verdad
escribir un libro…”
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