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Nueve tu última vida

Saben, he escuchado muchos comentarios de la gente diciendo que no estoy bien de mi cabeza, pero quizás es porque no vemos las cosas de la misma forma, muchas veces creemos en cosas distintas y pues derivado de esas creencias tienden a estar juzgando.

 

Estuve alternando el estar caminando y andar en bici, depende de mi estado de ánimo y del cansancio que tenga acumulado, regularmente no me gusta ir al mismo lugar un día y otro, aunque no existen muchos lugares que visitar pero procuro hacerlo una vez en bici y otra caminando, esto me ayuda demasiado, incluso en algunos lugares he sentido como si me observarán todo el tiempo, en otros he sentido frio, en otros demasiado calor, pero en todos es distinto, he aprendido a diferenciarlo por olores, por colores, por infinidad de cosas, debo de aceptar que he ido a visitar un par de veces a las hormigas por andar con los ojos cerrados.

 

Existe un lugar en el cual para mi es el más extraño de todos, en ese lugar es donde existen cerca de 4 árboles no muy retirados uno de otro, son arboles con quizás más de 100 años de vida, que tienen una particularidad muy extraña, están huecos por dentro y tienen como pequeños espacios en los cuales se puede entrar, digo un adulto no, pero quizás un niño de un año o año y medio si puede ingresar, ahí en una ocasión me espantaron, me movieron la cartera de lugar, sentí como se me ponían en los hombros e incluso sentí como me metieron el pie, a partir de ese día cada que pasaba por ahí dejaba unos dulces, en algunas ocasiones dejaba un poco de licor en un vaso de plástico, después me sentaba a leer un poco en voz alta, pero llegue al punto de sentarme a fumar un par de cigarrillos y ponerme a contarle mis problemas, quizás no recibía ninguna respuesta pero ayudaba a reflexionar sobre los mismos, pero siempre existía una misma dinámica, era que sentía como si me observarán, por eso me quedaba ahí, pensaba que si existía alguien.

 

Había algo, tenía como una mística quizás era el único lugar que me gustaba visitar, me sentía tan tranquilo, de un momento a otro como si aquella mirada que sentía cada vez que estaba ahí se materializó en un cuerpo de un señor de unos 65 años, una voz aguardientosa y unos ojos que veían de manera muy fija,  y me dijo “Buenas tardes, ¿Qué haces aquí?”, no tuve miedo, solo le respondí la verdad, pasando el tiempo y leyendo, al preguntarme sobre la lectura le dije que era “El Kybalion: los siete principios herméticos”, el señor se me quedo viendo, fijo su mirada en la mía y de pronto dijo “entonces, no crees en el amor pero si crees en los duendes, brujas, numerología, el bien y el mal, pero sabes lo que me llama la atención de ti es lo que leíste el jueves pasado, aquello acerca del karma, estuve buscando pero lo que leías no era algo de un libro o de una revista como esto que estás leyendo ahorita, quizás era algo tuyo, aunque tengo entendido que no te gusta leer lo que escribes”, ahí hizo una pausa como esperando una respuesta mía y claro que la tuvo, nos pusimos a platicar sobre mi punto de vista sobre el karma, el señor solo se me quedaba viendo y dijo “creo que sigues sin entender, por más alma vieja que seas sigues igual de terco y obstinado”, yo le agradecí las palabras, me dio un cigarrillo y seguimos charlando de cosas que en verdad no recuerdo como tenía el conocimiento, pero lo fundamentaba, era extraño, hasta que de pronto le dije “sabe, estoy muy a gusto aquí pero debo de seguir mi camino, espero volverlo a encontrar pronto”¸ estrechamos la mano y pareciera como si me transmitiera una energía extraña, y finalizó con un “cuídate mucho, alguien quiere que pierdas la vida” mientras sonreía.

 

Seguí mi camino por la vereda, quizás unos 4 km más, pero me empezó a generar dudas, empecé a revisar las fotos de mi celular y no había nadie más, digo no leía tan fuerte como para que me logrará escuchar alguien a 100 metros de distancia, pero había algo, también me había hecho un comentario basado en lo que yo creía y sinceramente jamás he dicho sí creo en ello o no, aparte la conversación que tuve con él fue extraña, estaba pensando en esa serie de cosas cuando de pronto escuchó un disparo muy cerca, me avente al piso y me arrastre atrás de una piedra, escuche un par de tiros más, lo reconocí era un calibre .22 que es de cacería, vi como 3 muchachos se acercaban a donde y estaba, salí alzando las manos y en eso uno de ellos dijo “tenga cuidado don, esa serpiente ya se lo andaba chingando”, la serpiente aun colgaba de una rama de una parota a unos 50 cm de donde yo estaba parado, tenía un certero balazo en la cabeza que le había volado gran parte de la misma, muy espantado les agradecí el favor y caminé de regreso a casa.

 

Al llegar a donde estaban los cuatro arboles me acerqué para dejar unas paletas, en eso sentí una mano que me tocó el hombro y como pude reaccione, aplicándole una llave, me di cuenta que era el señor con el que platique unos minutos antes y me disculpé, recién iba a decirle lo que me había sucedido cuando él me interrumpió “ya sé estuviste a punto de ser picado por una serpiente, quizás no te diste cuenta pero era de cascabel, digamos que estas solo y de donde te iba a picar no ibas a alcanzar ni si quera a llegar a que te dieran atención médica, pero yo te dije que te cuidaras y no me hiciste caso, ¿no me reconoces?”, me le quedé mirando fijamente a los ojos y me dejo con la palabra en la boca cuando me interrumpió y me dijo “el diablo, no, no, no soy el diablo, soy tu muerto, ¿no recuerdas? Bueno en si tú nunca creíste en esto pero aquella chava con la que andabas si y te encargo conmigo, su antigua pareja quiere hacerte mucho daño pero no sabe que esta es tu ultima vida y es complicado poder hacerte daño sin que hayas concluido con tu karma, ¿lo recuerdas? 1+9+8+9=27, 2+7=9, nueve tu última vida…”


Comentarios

  1. Qué historia más escalofriante. Me deja helada.
    Un abrazo.

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    1. Salió por una charla sobre vidas pasadas y número de vidas... Gracias por leerme.

      Te mando un abrazo de esos que llegan a sentir el alma, Helada.

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