“…ya contesto el teléfono tranquilo, Y no con aquellas ansias, De escuchar que me extrañabas, A pesar de que fuera, Una más de tus mentiras…” T odo empezó con un mareo, si estaba yo dormido y de pronto sentí que me estaba mareando, quise pararme para ir al baño y evitar vomitarme en la cama pero no lo lograba, no lograba moverme, yo luchaba con todas mis fuerzas y de pronto solo sentí como si brincará, el mareo había desaparecido y me desprendí de mi cuerpo, me veía a mí mismo durmiendo en la cama, con el cuello un poco torcido, todo chueco, la sabana estaba en el piso, vaya en definitiva si era yo, tenía tanto tiempo que no me pasaba que no sabía qué hacer, hagan de cuenta que es como si estuvieran manejando un dron en primera persona, así uno vuela, uno se desprende pero a una velocidad magistral, fui a darle una vuelta a mis familiares, después a ver a aquella mina de cabello rizado y besos de sal, estaba bebiendo una cerveza clara y fumando ...
Historias que pasan, cuando cae la noche.